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Guitarra española, guitarra eléctrica, piano, batería, flauta, arpa, saxofón, violín, bajo, y un largo etcétera más son las posibilidades instrumentales que se nos ofrecen para aprender un instrumento. Por otro lado, además de ofrecer la posibilidad de crear música, tocar un instrumento tiene numerosos beneficios para la persona, os los comentamos.

Mejora la inteligencia: habilidades del lenguaje, memoria, conducta o inteligencia espacial son algunas de las áreas que mejoran después de aprender a tocar un instrumento. Un estudio realizado por la Universidad McMaster de Canadá señala que los cambios cerebrales comienzan a percibirse a los cuatro meses de enseñanza, mejorando notablemente con el paso del tiempo. En este sentido, las mejoras afectan tanto al resolver un problema matemático, como al hecho de envolver un bocadillo, o de doblar la ropa, afectando en todos los aspectos posibles de nuestra vida.

Terapia: aprender a tocar un instrumento ayuda en la terapia neurocognitiva, es decir, con factores como la memoria verbal o la capacidad de atención, es por eso por lo que se utiliza para personas que han sufrido algún accidente cerebrovascular como sería un ictus. Además, ayuda con las habilidades lectoras y de escritura, por lo que ayuda sustancialmente a los niños con dislexia. También está demostrado que la música mejora el estado de ánimo.

Vida en general: además de todos los aspectos ya mencionados, la práctica de un instrumento ayuda a mejorar la relación con un mismo y con los demás. Vuelve metódica a la persona, además de autoexigente, y mejora su autoestima al poder expresarse por medio de la música. Ayuda a vencer miedos y enfrentarse a retos, aportando un grado de seguridad y de confianza difícilmente conseguible de otra forma.

Por todas estas razones y más, desde Academia Miralbueno consideramos que aprender un instrumento es una de las mejores decisiones que se puede tomar en la vida