Desde la prehistoria la mente se expresa a través de la música. Sentimientos, emociones, sensaciones, todo lo que nuestro cuerpo experimenta halla una salida en esta arte dinámica. Una de sus posibilidades es que, además de poder disfrutarla tú mismo, te permite influir en los demás de alguna forma. Por esa misma razón, el mundo del entretenimiento la utiliza constantemente para generar la reacción deseada en el consumidor, ya sea en el cine, series, teatro, espectáculos, e incluso videojuegos.
Desde sus inicios, la música incluida en los videojuegos ha ido variando y sus posibilidades creciendo, por eso hoy os vamos a explicar brevemente su desarrollo a lo largo de los años:
A partir de 1970 se comenzó a incluir música en los juegos de las máquinas recreativas, juegos como Pac Man o Snake traían tonos para el comienzo del juego, además de notas repetitivas y monofónicas que te acompañaban durante la partida.
Más tarde, en la década de los 80, se descubrió la clave para incluir grabaciones de sonido con una calidad y duración notoriamente superiores, lo que supuso un gran avance a la hora de desarrollar bandas sonoras. Sagas de videojuegos como “Final Fantasy” o “The Legend of Zelda” comenzaron a incluir bandas sonoras de mayor calidad que rápidamente cautivaron a sus jugadores.
Todos estos avances nos conducen hasta la actualidad, una actualidad en la que sin duda la música en los videojuegos se ha convertido en esencial, y si bien es cierto que la mejora que ha experimentado ha sido extraordinaria, todavía queda por avanzar y mejorar la experiencia del jugador. Además, con el paso de los años se ha producido una división; por un lado se encuentran los videojuegos que producen sus propias bandas sonoras como podría ser Super Mario o Uncharted, mientras que por otra parte están las compañías que utilizan música ya existente para incluirla en sus creaciones, como podría ser FIFA o GTA.