Hasta que empiezan a andar, el baile con bebés se realiza con ellos en brazos. Se pueden colocar en una mochila portabebés para hacerles partícipes del baile y del ritmo del padre o de la madre de una forma cómoda y sencilla.
Además, reaccionar con movimiento ante la música es una tendencia innata que experimentan los bebés casi desde su nacimiento.
Se deben realizar movimientos que ayuden a coordinar el ritmo del cuerpo con la música. Lo importante es ir guiando al bebé en los distintos movimientos y que, desde muy pequeño, empiece a apreciar todas las virtudes de la música, que son muchísimas, como ya hemos mencionado en anteriores posts.
Es muy recomendable inventar coreografías muy sencillas e ir repitiéndolas, lo que hará que el bebé estimule su memoria.
También se puede tocar las palmas, chasquear los dedos o llevar el ritmo con un pie.
Los expertos y varios estudios realizados optan por melodías según el estado anímico del pequeño. Si está muy nervioso o alterado, es recomendable optar por una melodía más tranquila que ayude a relajarle. Si por el contrario está recién levantado y hay que ponerse en marcha, se puede elegir un tema con un ritmo más acelerado, que ayude a estimularle.
Esta sincronización natural en el bebé les provoca además una gran satisfacción, puesto que, existe una notable correlación entre la mayor habilidad del niño para sincronizar sus movimientos con la música y la duración de su sonrisa mientras se mueven.
Desde Academia Miralbueno recomendamos empezar con MÚSICA Y BAILE cuanto antes, porque está demostrado que los beneficios para su desarrollo son múltiples.