Cuando hablamos de aprender a tocar un instrumento ya de adulto surgen en la conversación muchos PREJUICIOS: de mayor todo se aprende más despacio, las habilidades innatas de un niño ya no se pueden adquirir de adulto por empeño que le pongas, el proceso de aprendizaje se desarrolla peor, etc.
No creemos para nada que esto sea cierto sino que consideramos que aprender de adulto tiene muchísimas ventajas que quizás a priori no se perciban pero que sin duda, y lo hemos visto, tienen sus “pros”.
Precisamente por empezar de mayor y con ganas de hacerlo e ilusión de tocar el instrumento que quizás nunca pudieron aprender cuando eran pequeños viene implícita una gran motivación. El ser tú mismo quien elige esforzarse por aprender, el “motu proprio” es un factor ya diferencial a aquellos niños que les apuntan simplemente porque “la música desarrolla muchas habilidades del niño”.
Van a clase para aprender y aprovechan cada segundo. Indudablemente, la concentración y el esfuerzo de aprender es mucho mayor al de los niños e incluso estudian y repasan en cada lo que han aprendido en clase.
Los adultos, además, son muy críticos con el proceso de aprendizaje, tienen capacidad de reflexión y autoexigencia, lo que hace que se vayan superando cada día. En ocasiones resulta sorprendente la evolución…
A base de práctica desarrollan las capacidades físicas y neurológicas y más si tienen un objetivo, como suele ser en la mayoría de los casos, de realizar pruebas de acceso al conservatorio. Al proponerse una meta el esfuerzo es, sin duda, mayor porque alcanzan su meta…
La forma de entender la música de cada uno también es enriquecedora incluso para los propios profesores que también absorben ideas de sus alumnos porque al final, cada uno, tenemos formas muy distintas de vivir la música y comprenderla…
En definitiva, en Academia Miralbueno, somos de la visión de que NUNCA ES TARDE PARA LA MÚSICA…